¡Tierra Viva!
En esta actividad, los estudiantes consideran cómo atribuir
personalidad en identidad a la influencia que nuestro tratamiento
puede tener en un ecosistema.
por Judy Wearing
traducción por Guillermo Ceresuela
Un cuento místico de los Andes nos aporta un motivo para esta
actividad creativa diseñada para proporcionar a los estudiantes la
práctica del pensamiento crítico mientras estudian ecosistemas. El
marco multicultural de ¡Tierra Viva! Es particularmente fuerte, a la
vez que hace un intento de incorporar las creencias de las culturas no
occidentales dentro de la ciencia occidental. Los resultados de esta
aproximación son la profundización en la comprensión de los
ecosistemas y de los sistemas de valores no occidentales, así de cómo
la apreciación de nuestro concepto de medio ambiente afecta nuestra
interacción con el mismo. La actividad tiene el beneficio añadido de
que los alumnos no occidentales se sentirán a gusto con el ejercicio.
En resumen, esta actividad sirve para ampliar la mente y abrir los
ojos sin dificultad.
En ¡Tierra Viva!, a los estudiantes se les dota de un folleto que
describe el sistema tradicional de valores de los exótico (e
interesante) indios Q’eros, que son descendientes directos de los
Incas. La historia esta contada por los dioses Incas de las montañas,
los Apus, cuya carne son las altas laderas donde los Q’eros tienen sus
granjas. La historia se tiene que desarrollar en pequeños grupos de
alumnos, cada uno de los cuales trabaja en el personaje o dios de cada
ecosistema de manera que presente a la clase un póster final con su
investigación o trabajo.
El desarrollar un personaje o dios que represente los componentes de
un ecosistema requiere que los estudiantes pongan en acción sus
habilidades más avanzadas de pensamiento para analizar las
interacciones del ecosistema elegido. Al atribuir personalidad e
identidad al medio físico (esencialmente dando “vida” y espíritu a la
Tierra que les rodea). Los estudiantes pueden ser guiados al comparar
y contrastar las actitudes de las culturas íntimamente ligadas al
medio ambiente y las culturas que no lo están; también se les puede
preguntar cómo las actitudes sociales hacia el medio ambiente afectan
a las modernas prácticas industriales. Por ejemplo, en la visión
Q’eros de la naturaleza, como en la de muchas otras poblaciones
aborígenes, la industria está teniendo un impacto directo en los seres
sobrenaturales que gobiernan la vida, i ncluyendo la vida
humana. Esto está en contraste con el sistema de pensamiento en el que
hay una interacción más débil entre la humanidad, el medio y su
divinidad/es. El dar a un ecosistema una personalidad e identidad (lo
que en muchas culturas es un componente importante de espiritualidad)
proporciona a los estudiantes la posibilidad de desarrollar vínculos
afectivos con el medio ambiente y de valorar cómo esos vínculos
afectan a las actitudes individuales y sociales hacia el medio
ambiente. Esta actividad va a reforzar una comprensión más profunda y
un respeto mayor hacia la forma aborigen de entender la biosfera.
Edad: 1215 años.
Objetivos:
*
Demostrar que se comprenden los componentes bióticos y abióticos
de los ecosistemas y las interacciones entre los mismos.
*
Conectar temas ambientales y culturales.
*
Reflexionar de manera crítica sobre el impacto humano en los
ecosistemas.
*
Explorar cómo se ven las relaciones entre organismos vivos y sus
ecosistemas en otras culturas.
*
Explicar las diferencias de cómo se entiende desde la visión
popular, la sostenibilidad de los ecosistemas y la responsabilidad
de los humanos en su conservación.
*
Ejercitar la innovación en la evaluación de los problemas y
soluciones medioambientales en el contexto de una sociedad
moderna.
*
Comunicar conceptos a través de la analogía y los medios escritos,
orales y visuales.
Materiales: copias del folleto “Tierra Viva” (ver página 20) y la
rúbrica de cada grupo de cuatro a seis estudiantes; papel de póster y
rotuladores; libros y materiales de apoyo y consulta (o acceso a
Internet) sobre diversos
ecosistemas, si los pósteres se prepararán en clase.
Procedimiento:
1. Dividir la clase en grupos de cuatro a seis estudiantes.
Proporcionar a cada grupo una copia del folleto ¡Tierra Viva!, papel
de póster, rotuladores y la rúbrica de evaluación.
2. Poner a los estudiantes a leer el folleto en sus grupos (o leerlo
en alto).
3. Pedir a cada grupo que elija un ecosistema, como el pantanoso, la
pradera, el bosque mixto caduco, o cualquier otro ecosistema (que
apruebe el profesor). Hablar de la tarea destacada en el folleto: cada
grupo tiene que buscar los componente de sus ecosistemas y crear un
póster en el que ellos mismos caractericen el ecosistema como dios o
grupo de dioses. Deben dar a su dios o dioses un nombre y relatar la
características de sus rasgos y apariencia físicas hasta al menos seis
de los componentes del ecosistema, bióticos y abióticos.
Evaluación: Los pósteres serán presentados en clase y evaluados usando
la rúbrica.
Judy Wearing es asesora de ciencias de la educación en Newburgh,
Ontario.
Guillermo Ceresuela es maestrillo de una escuela rural en la Comunidad
de Madrid (EspañaSpain) y miembro del Movimiento de Renovación
Pedagógica Sierra Norte
¡ Tierra Viva!
Descendientes directos de los Incas, los indios Q’eros viven rodeados
de altas cumbres de piedra en los Andes de América del Sur. La vida es
difícil a esa altura: el suela es escaso y el aire frío y contiene
menos oxígeno que a alturas más bajas. Todavía los Q’eros mantienen
muchas de las tradiciones Incas como son los dibujos que cosen en sus
ropas de lana. También conservan el sentimiento espiritual de sus
ancestros que mantiene fuertemente conectado el reino de los dioses
sus prácticas agrícolas. La historia destaca algunas de las maneras
con las que estas gentes relacionan el delicado ecosistema donde viven
y la manera en que lo hacen.
Los Q’eros creen que la Madre Tierra, o Pachamama como ellos le
llaman, tiene muchos amigos. Entre ellos están los Apus, los dioses de
las montañas que se juntan y comparten sus bondades con los humanos
que viven entre ellos. Los ríos que fluyen de los Apus son las venas
de los dioses de las montañas y el suelo que las cubre es su carne.
Los Q’eros creen que cada vez que cavan un agujero para plantar una
patata, están tocando el cuerpo de uno de los dioses que controlan el
tiempo atmosférico y deciden el éxito de las cosechas. Cuando los Apus
están satisfechos con la manera que los humanos los tratan, las
cosechas son buenas; pero cuando no están contentos, las cosechas son
más escasas e incluso se llegan a perder. Los enormes y majestuosos
cóndores conocidos como Apukunka que vuelan sobre las montañas son
según creen los mensajeros de los dioses de las montañas. La montaña
Salcantay es un amable Apu hembra. Las almas malvadas que no pueden
encontrar la paz con la muerte descansan entre sus brazos. Estos
espíritus intranquilos se ven como las sombras que pasan sobre la cara
de Salcantay cuando el sol brilla. Por culpa de estas almas malvadas,
Salcantay no es una buena montaña en la que trabajar y por eso no se
practica la agricultura en sus laderas.
Las montañas no sólo alimentan a los Q’eros sino que también según su
sistema de valores son sus dioses. Este sistema de valores provoca un
gran respeto; por ejemplo, los Q’eros no podrían imaginar hacer una
mina en un Apu, porque eso sería como dañar al espíritu que les
proporciona su modo de vida.
Asignación
Elige un ecosistema (con el visto bueno del profesor) y caracteriza el
ecosistema, como un dios o grupo de dioses. Investiga sobre tu
ecosistema de manera que adquieras un aprendizaje de sus componentes.
Luego desarrolla el personaje, la apariencia física de tu dios/es,
explicando como trata al menos a seis de los componentes del
ecosistema. Incluye componentes bióticos y abióticos. ¡No olvides
ponerle nombre a tu dios o espíritu! Prepárate a presentar tu analogía
al resto de la clase en formato póster.
En tu póster, describe las características de tu dios/es de manera que
se puedan relacionar los componentes de tu ecosistema. Incluye al
menos un dibujo que ilustre las conexiones que has hecho. Incluye
también una breve explicación de cómo tu dios podría cambiar la manera
en que la sociedad interactúa en el ambiente elegido. Como guía,
responde a las siguientes preguntas:
1 ¿Cómo difiere la representación mítica del ecosistema elegido de tu
visión personal del mismo?
2 ¿ El pensar en el ecosistema como una entidad viva ha afectado a tu
percepción de la importancia del ecosistema o a cómo estás atado
emocionalmente a él?
3 ¿Cómo difiere la representación mítica que has dado a tu ecosistema
de la manera en que la sociedad lo entiende? Defiende tu respuesta.
4 Si considerásemos a los ecosistemas entidades vivas, como en la
cultura Q’eros, cómo afectaría a:
a.
La percepción de la sociedad de la importancia del ecosistema.
b.
La manera en que la sociedad asume la responsabilidad de
conservarlo.
5 ¿Qué podrían aprender las sociedades occidentales de los Q’eros y
de otras culturas Aborígenes sin poner en riesgo sus propias creencias
religiosas?
Rúbrica de ¡Tierra Viva!
Nombre del estudiante
Equipo
Ecosistema
Tarea
Nivel 1
Nivel 2
Nivel 3
Nivel 4
Calidad de la antología
Conocimiento previo
Componentes de la metáfora
Demuestra que no entiende el ecosistema y sus componentes
Menos de seis analogías y no bien pensadas. Escasez de mezcla de
características físicas y personales
Demuestra alguna comprensión del ecosistema y de sus componentes
Seis analogías y mezcla de características físicas y personales,
aunque algunas son pobres
Demuestra una buena comprensión del ecosistema y de sus componentes
Seis analogías legítimas que demuestran una buena comprensión e
incluyen buenas características físicas y personales
Demuestra una profunda comprensión del ecosistema y de sus componentes
Seis o más analogías excelentes que demuestran una profunda reflexión
e incluyen características físicas y personales
Presentación
Gráficos
Escritura
Muy pobres, poco pensados con escaso esfuerzo
Escritura muy pobre, a menudo sin sentido y con muchos errores. El
dios no tiene nombre
Bastante simples, aparentan algo de esfuerzo
Escritura satisfactoria, comprensible, con algunos errores. El dios
tiene un nombre.
Buen esfuerzo, original y sobre todo una apariencia buena
Buena escritura, fácil de leer, con relativos pocos errores. El dios
tiene nombre
Un poster muy bien presentado, con un trabajo artístico excelente.
Escritura excelente, con un uso del lenguaje muy adecuado y con muy
pocos errores. El dios tiene un nombre muy interesante
Conectando temas
Temas modernos
Poca o nula comprensión de cómo de fuertes pueden ser los lazos entre
espiritualidad y medio ambiente a la hora de cuidar el medio ambiente
Algo de comprensión de cómo de fuertes pueden llegar a ser los lazos
entre espiritualidad y medio ambiente a la hora de cuidar el medio
Una buena comprensión de cómo de fuertes pueden llegar a ser los lazos
entre espiritualidad y medio ambiente a la hora de cuidar el medio
Demuestra una profunda comprensión de cómo de fuertes pueden llegar a
ser los lazos entre espiritualidad y medio ambiente y cómo pueden
influir en las decisiones sociales